Joer voy a empezar a buscar excusas para irme contigo el Sabado, eso si que es un bautismo carretero con grandeza.
Por si no te gusta el Futbol, aqui tienes una miaja de literatura, de altimetrias.com que voy a ver España - Italia.
Localización: En la N-340 que une Murcia y Lorca, a su paso por Alhama, debemos tomar a mano derecha la C-3315 hacia Mula y Sierra Espuña, por la Avda. España. Posteriormente hay diferentes posibilidades de alcanzar el Collado Bermejo y desde él, a la derecha, alcanzar el Morrón. Nosotros hemos elegido la más larga, siguiendo las indicaciones de la carretera.
Especificaciones: En un recorrido tan largo nos vamos a encontrar de todo, desde suelos en perfecto estado hasta algún tramo en malas condiciones, (esto ya no es asi, ahora esta perfecto, fui ayer con el torre y esta perfecto) pero siempre transitables. Lo mismo sucede con las sombras que a mitad de puerto son muy abundantes. El tráfico es escaso, al menos en días de labor.
Fuentes: Diversas áreas recreativas llevan nombres de fuentes: Bermeja, del Hilo, del Sol. Nosotros no hemos hallado ninguna a la vista.
Descripción: Uno de los puertos míticos de la geografía levantina, aunque en carrera se asciende sólo hasta el Collado Bermejo, evitando así los últimos y más duros 5 kms. hacia la Base Militar EVA 13, que con su enorme Bola arquitectónica parece presidir todo el entorno. Desde Alhama una larguísima recta da inicio de manera tranquila a nuestra ascensión y las huertas a derecha e izquierda entretienen nuestro pedaleo. En el Km. 3 una desviación a la izquierda se dirige también al Collado Bermejo, aunque nosotros no vimos ninguna señalización y optamos por la ruta más larga en dirección a Pliego y Mula. Tras una zona de sucesivas curvas y con algo de sombra se alcanza una pequeña meseta que nos permite un ligero reposo. Poco después abandonaremos la ruta que traemos para dirigirnos hacia el Parque Natural de Sierra Espuña, que nos da la bienvenida con una rampa al 10%. Durante dos kilómetros las rampas y las curvas de herradura van a ser nuestras fieles compañeras con pendientes medias entre el 6 y el 7%. En el Km 14 se llega a un primer collado que da paso a un descenso de algo más de dos kilómetros hasta pasar un Area Recreativa, donde dejaremos a la derecha la pista asfaltada que se dirige al Barranco de Leyva. Tramo llano hasta el Puente de la Mezquita, sobre el río Espuña (seco), y en ese punto nueva rampa al 11%, otros dos kilómetros y nos presentamos en la Casa Forestal, un monumento al Ingeniero Rivera y un agradable paseo en sombra por la Senda del Agua. En ese lugar nos cruzamos con la carretera que subía desde Alhama que, sin duda, es más recomendable por ser más corta y hallarse, al parecer, en mejores condiciones. Pasado un nuevo puente, el del Aire, nuevas rampas ahora al 12%, nos meten en el Látigo de la feria, por la gran cantidad de herraduras derecha-izquierda, que a Pantani le hacían derrapar al tomarlas a su velocidad acostumbrada. Al alcanzar la Casa Rosa se acaba la atracción de feria y empezamos a divisar en lo alto el Collado Bermejo, al que llegaremos tras una nueva Casa (de las Labores) y otra rampa al 12%. Para algunos ya será suficiente.
Los más osados continuaremos la escalada hacia el Morrón dejando la ruta que desciende hacia Aledo y Totana. Nos faltan aún cinco kilómetros, siendo los cuatro últimos los más duros de toda la escalada, con una enorme peña que nos flanquea por la izquierda y magníficos panoramas a nuestra derecha, de los que podremos disfrutar si nos olvidamos de las continuas rampas que debemos ir superando. Con los kilómetros que llevamos en dirección al cielo se nos hará bastante difícil preocuparnos de otra cosa que no sea continuar pedaleando y, al llegar al paraje llamado Pozos de la Nieve de Murcia, dar vista a una nueva panorámica sobre la otra vertiente de la Sierra. No hemos acabado, no, que todavía quedan un par de herraduras y, si vencemos la duda del "me atrevo o no me atrevo", penetrar en zona militar, con prohibición de paso, hasta coronar en la misma Base Militar, en donde nos recomendarán inmediatamente que abandonemos el lugar. Ni una foto de recuerdo para los nietos (jolín con los soldaditos) que demuestre que hemos culminado nuestra hazaña. Y tantas son las prisas que ni puedes gozar del impresionante espectáculo que se ofrece a tu visión. Intenta aparentar que estás destrozado, lo que además es muy posible que sea cierto, para alargar, en la medida que el guardia de la puerta te lo permita, ese instante de placer que tanto has merecido.