Aquí tenéis en nombre de Shyloc los datos de la etapa:
NOMBRE DE LA ETAPA: ARCHENA-CIEZA
SUBTITULO: A la vera del Thader, (en el “roalico” de Vicente Medina.)
TEXTO PRESENTACIÓN
NOMBRE DEL TRAMO: LA SENDA DE LOS MORISCOS
FICHA TECNICA
en un sentido en el otro
SALIDA: Cieza Archena
LLEGADA: Archena Cieza
DISTANCIA: 26.25 Km. 26.25 Km
DIFICULTAD FÍSICA: Baja Baja
DIFICULTAD TÉCNICA: Baja Baja
DURACIÓN: 2:00 2:00
DESNIVEL ACUMULADO: 93 m
CICLABILIDAD: 99%
TIPO DE FIRME:
- Asfalto: 3,410 km (13 %)
- Carril bici: 0 km (0 %)
- Pista: 22,312 km (85 %)
- Sendero: 0,525 km (2 %)
CARTOGRAFÍA:
DESCRIPCIÓN DEL TRAMO:
Archena.-
Se trata de un tramo que arranca en Archena, justo en el puente y hierro que une “el otro lao” con el pueblo de Archena, cogiendo el paseo ribereño que discurre por la margen derecha, el cual se encuentra adoquinado, y termina justo detrás de las instalaciones polideportivas, en conexión con la carretera asfaltada que va al Balneario.
Atravesamos el balneario (seguir la señalización) y en seguida tomamos un tramo ancho de pista (pendiente de asfaltar próximamente) llevamos siempre el río a nuestra vera, justo cuando empieza a subir la carretera y se acaba un barandal de madera, abandonamos la carretera por la derecha (desmontamos de la bici) bajamos un pequeño desnivel y vislumbramos una pista que discurre pegada al río (hay una caseta nueva construcción que alberga unos motores y está vallada) seguimos todo el tramo ( a mano izquierda nos queda una urbanización de reciente construcción, el tramo es limpio, y justo al final de éste debemos desmontar para salvar un pequeño cauce que desagua al río (cuidado aquí), está pendiente de colocar una pasarela para conectarla con el tramo conocido como los “Miradores”
Villanueva del Río Segura.-
Salvado el cauce se inicia el tramo de pista bien acondicionada denominada como los Miradores (debido a que a lo largo del tramo hay varias torres de madera con escaleras que sirve de observatorio de aves) todo este tramo discurre por la misma margen derecha del río. A lo largo de todo el trayecto os podéis sorprender con el planeo y despegue de aves (especialmente garzas) sobre el mismo río o sobre sus nidos. Todo el tramo se desarrolla pegado al río, con cañaverales, tarays y otras especies que cubre la ribera. Se llega al final del tramo en un parque, el cual se atraviesa y se sigue el camino (una senda) que discurre entre el cauce de una acequia ancha y el propio hasta llegar al puente que une Villanueva del río segura con Ulea.
Ulea.-
Accedemos al puente y lo cruzamos para inmediatamente con dirección a Ulea, y justo al final del puente giramos a la izquierda y tomamos el camino del río pero esta vez por la margen izquierda justo hasta el siguiente puente el cual atravesamos y seguimos la senda estrecha hasta un casetón donde acaba el camino, torcemos a la izquierda atravesando (a pie) unos huertos de limoneros por una sendica muy estrecha hasta llegar a una acequia la cual bordeamos durante 20 metros hasta unos escalones los cueles subimos y conectamos con vía que comunica Ulea con Ojós por la costera de montaña de la Cueva de la Mora, el camino está recién asfaltado, y hay varios puntos de paisaje interesante como el Salto de la Novia (atravesado por el túnel) y que es una promontorio rocoso que se eleva sobre el río segura.
Ojós.-
Continuamos por este camino, bajamos una cuesta muy pronunciada y torcemos a la izquierda dirección Ojós, y justo en el Azud donde hay un parque tomamos el puente y pasamos a la margen derecha y no adentramos en el pueblo de Ojós tomamos el tramo de carretera con dirección a Blanca, pero antes de ello nos detenemos para contemplar las paredes del Nevela, que sirve de apoyo y cierre de la garganta de la presa. Aquí hay una vista inmejorable desde los alto, y se puede contemplar todo el valle, con su huerto de minifundistas, intercalados con Palmeras, y varias casas de labor, con colores típicos de la zona, morado, azules, ocres….
Pasada la Presa de Ojós, seguimos por la margen derecha por la carretera que nos llevará a Blanca, entre huertos de agrios, pinares de montaña y el agua del embalse, poblada de multitud de aves (ánades, garzas…). Este es un tramo de carretera con cierto tráfico de vehículos por lo que hay que extremar la precaución pues hay muchas curvas, y varios repechos.
Blanca.-
Encaminamos nuestros pasos hacia Blanca, subimos el Alto Palomo, dejando a mano izquierda el arco por el discurre una acequia en la parte superior, y cuya carretera conduce al “Campo de Ricote”, que por ahora no nos interesa. En el Alto, es necesario pararse ante la Casa del Conde, cuya fachada y entrada está blasonada con un escudo heráldico, y resulta muy atractiva (cuidado aquí con la circulación pues un curva cerrada si os paráis).
A continuación bajamos la cuesta del Alto Palomo con dirección Blanca, y a la salida de una curva muy cerrada, hay una bifurcación de caminos que nos conduce a Abarán (el cual han borrado), y tomamos esta bifurcación, y pasamos por debajo del puente de hierro. Seguimos pegados al río, aproximadamente unos 400 metros, para justo cuando se está subiendo una cuesta donde hay un grupo de casas fuera del núcleo de población, tomamos el sendero (señalizado de corto recurrido) denominado sendero de los moriscos, atravesamos la rambla y seguimos la “senda estrecha” con especial cuidado por la estrechez de algún tramo, desniveles laterales (2 ó 3 metros), ramas de algún árbol y un tramo algo pedregoso pero ciclable, hasta llegar al ensanchamiento del camino, en el que se abre una vereda de cipreses muy altos, que casi no deja pasar la luz de lo altos y frondosos que son.
Se sigue todo el camino hasta la misma puerta de la depuradora de Abarán, la cual hace notar su presencia unos cientos de metros antes, así que a dar pedales para pasar el mal aroma lo antes posible, subimos la cuesta asfaltada justo hasta lo alto y en la bifurcación tomamos el camino de la derecha como buscando el río (señalizado con una flecha amarilla), pasamos por la parte alta de la depuradora, en llano, y justo donde hay una bifurcación del camino, tomamos el de la izquierda (que está si asfaltar, el cual se irá estrechando hasta que quepa solo el cuerpo de una bicicleta, y justo cuando veáis una higuera y una bifurcación de la senda se toma la más peligrosa, cuidado por aquí, porque los desniveles son importantes, aunque han puesto un valla metálica. Es un sitio con unas vistas que os sirven para recrearos con el paisaje, donde podéis tomar unas instantáneas inmejorables del paraje conocido como la Central de Nicolás y el Jarral, con Playa y Presa fluvial, lugar muy concurrido por los pescadores del coto y muchos “soperos” que van a ver cómo pescan.
Abarán.-
Un vez que hemos llegado a las Casas de Tornero, se abre nuevamente una senda con un desnivel muy grande (se hace recomendable bajarlo a pie, si eres del lado oscuro te va a encantar pues va en zigzag, hasta el cauce mismo del río, cruzamos el pequeño puente peatonal y nos tomamos la izquierda seguimos por el camino ancho de 3 metros y medio de tierra y luego giramos a la derecha , cruzamos el segundo puente que cruza el propio río segura, y justo a mano izquierda al terminar el puente se abre un camino de tierra con postes de madera y cuerdas siguiendo rio arriba, nos adentramos de lleno en la playa fluvial del Jarral con su Presa, seguimos por toda la vera del río sin despegarnos de él hasta el puente nuevo que cruzamos por debajo y justo cuando se va a cruzar el puente viejo hay que desviarse a a derecha (porque está actualmente cortado por su rehabilitación) y llegamos a la escuela taller , seguimos la calle y justo a mano izquierda antes de la curva nos adentramos en el Parque municipal del Abarán , buscamos la vera del río que nos queda a nuestra izquierda y seguimos por el paseo ribereño que une el parque municipal con el parque de las Norias (o de la Noria Grande que es la Noria más grande de Europa construida por el “Maestro Nicomedes” el Leonardo Da Vinci de Abarán, autodidacta, carpintero maestro mecánico y gran inventor de Abarán y cuya réplica el hierro se encuentra en el Centro Comercial Thader)
Transitando por la ribera con dirección a la Noria hay una pasarela que cruza el río a la margen derecha, la cual tomaremos un vez que hayamos visitado la Noria Grande que queda a unos 300 metros más adelante.
Como he dicho, cruzamos la pasarela a la margen derecha del río y continuamos río arriba por el camino que tomamos a la derecha que discurre por la orilla del río. pasadas las Canales por el frente, donde hay que remontar un desnivel y recorrer una sendica que discurre por la costera de la montaña, o bien por el camino de una finca, a cambio de ello tendrán unas inmejorables vistas del paraje de las Canales “por donde el Segura traza su curva de ballesta” (licencia poética que tomo de Antonio Machado referida a su inefable Río Duero,); río arriba se adivina El Menjú, al cual llegaremos atravesando un intenso cañaveral con el río siempre a nuestro lado. Ciertamente es el Menjú, paraje idílico y oasis de vegetación rica y variada, poblado de palmeras, cipreses, pinos, juncos, cañaverales, zarzamoras y eucaliptos de grandes dimensiones. Atravesar este bosque ribereño (en gran parte caducifolio), con las hojas ocres del otoño y la hojarasca caída que cubre el sendero, con el sonido armonioso del rumor del río que en este tramo en concreto se hace más verde, caudaloso y sonoro, es de esas sensaciones especiales que transportan a los bosques pirenaicos oscenses de Benasque, Añisclo, Plan…) el Río Segura se presenta desconocido, fuerte ancho y estruendoso, impropio y desconocido, esta zona es para recrearse.
Siguiendo el sendero nos adentramos en la finca de los Payá, hay que atravesar toda la finca por un sendero estrecho, que bisecciona longitudinalmente de extremo a extremo, la finca. En la actualidad, las vallas o cercas por donde discurre el sendero descansan sobre el suelo, por lo que el acceso es presuntamente libre. Durante la travesía del sendero hay un cruce, si tomamos el sendero a la derecha llegaremos en unos 120 metros a la antigua fábrica de la luz del Menjú (cuidado por esta zona, no es recomendable ir con niños pequeños, pues resulta peligroso, ya que se encuentra en estado de total abandono, y la pasarela que cruza el cauce está en muy mal estado, a lo que hay que añadir la cicatrices del incendio ocurrido el pasado verano, en dicho paraje que son todavía apreciables). Esta zona necesita rehabilitación, y en el momento que se lleve a efecto, se habrá ganado un espacio, del que ahora es dueño y señor la agreste y salvaje vegetación que lo fagocita. A mano izquierda, se nos presenta el caserío o hacienda de los Payá, una vetusta edificación que igualmente se encuentra en estado semirruinoso, y que sufre efecto inexorable paso del tiempo, su abandono así como el gamberrismo rampante de esta época.
Siguiendo el sendero hacia delante desde el cruce llegaremos hasta el final de la finca, después de atravesar tablas de terreno de mandarinos y naranjos abandonados, en el límite bajo un formidable pinar, nos encontramos la cerca en el suelo y a mano izquierda se empina un pequeño desnivel que hay que salvar y transitar por una estrecha senda que discurre entre el río y la costera de la montaña (cuidado en esta zona, pues hay que desfilar en 1 en 1 y es un tanto escarpado el terreno) pasado este tramo y un cañaveral espeso que nos obliga a caminar un tanto agachados, pero donde no se pierde el sendero, se nos abre ya un amplio camino o pista que de seguirlo en línea recta nos lleva hasta la localidad vecina de Cieza, el cual se encuentra perfectamente señalizado, y del que a su vez parten distintas rutas o caminos igualmente señalizados que nos pueden llevar hasta el poblado musulmán de Medina Siyasa, La Atalaya de Cieza, y el Maripinar, todo ello dentro de un paisaje de umbría, con vistas y parajes de un riquísimo cromatismo y contraste de los minifundios en barbecho cortados en líneas rectas que se entrecruzan unas con las otras, dando como resultado figuras geométricas y poliédricas ordenadas en desconcertante y equilibrado caos, en contraposición al verdor de la umbría de la sierra que con sus pinares inundan todo el trayecto, con alguna casa intercalada durante el trayecto. En fin, toda una experiencia sensorial, de vistas de una inmejorable plasticidad, olores intensos de la humedad del río, la umbría de la sierra, frescura del aire por su vegetación, y que en primavera se adivina que debe estar abanderado por el azahar del numeroso arbolado de agrios (limoneros naranjos y mandarinos) que puebla todo el recorrido.
CIEZA.-
Como decía si seguimos todo el sendero de la costera llegaremos hasta la misma base de la Atalaya de Cieza que queda a nuestra izquierda, tomando el camino de la derecha llegamos hasta el paseo ribereño de Cieza, el cual seguiremos hasta el final con el puente que nos queda a la derecha el cual cruzamos y entramos en el casco urbano de Cieza que es el fin del trayecto.