Breve crónica de nuestra travesía por el Alto Atlas, Saghro y norte del Sáhara.
Día 1: vuelo a Marrakech desde Barajas. Ryanair con combustible suficiente y sin retrasos. Primer cous-cous en la famosa plaza de Djemaa el Fna (o algo así). Montaje de bicis. Nervios y ganas de empezar a ciclar.
Día 2: nos encontramos con nuestro guía (Ismael) y chófer (Abdullah) a las 7am. Salimos en 4x4 hacia El Ksiba. Parada en Beni Melal para abastecernos de agua y vino. Si, vino. A pesar de que el Islam lo prohibe, en Marruecos se produce un muy buen vino, en la zona de Meknes. También producen cervezas. Paradojas de la vida. Seguimos ruta y conforme nos acercamos al Atlas, la lluvia y el frío se incrementan. Bosques de Tetraclinis articulata, o sabina mora, esa que compartimos en nuestras sierras litorales de Cartagena y La Unión. Comida en ruta. No para de llover. Nos convalidamos la primera etapa hasta Imilchil. Albergue de montaña acogedor. Segundo cous-cous. Las previsiones son buenas. Hiela en el pueblo y nieva en las cumbres.
Día 3: amanece soleado y frío. Desayuno de campeón y x fin en marcha. Etapa de ascensiones. Sube y baja hasta Agoudal, donde nos informan que se puede pasar hacia las gargantas del Dades. Dura pista ascendente hasta Tizi'n'Ouertz (2917 msnm). Bajadón impresionante por las gargantas del Dades hasta Ait Mhammid. Nos alojamos improvisadamente en la kasbah de Ibrahim. Parece que hayamos retrocedido 300 años en el tiempo. Pedazo de tajin de pollo. 90 y pico kms
Día 4: sigue el buen tiempo, que ya no nos abandonará durante el resto del viaje. Continuamos el descenso del Dades hasta Boumalne Dades. Etapa de transición, rápida y con muchos tés x el camino. Muchas mujeres trabajando y muchos hombres en los cafetines. Preguntas y dicen que los hombres también trabajan, y duro. No los vimos. En fin, Marruecos. Wifi después de tres días, tajin de kefta y música tradicional en directo. Dejamos el Atlas y ni rastro de los arruís que compartimos en Sierra Espuña. La caza indiscriminada a diezmado y dispersado a las poblaciones. Mucha gente del Atlas ni siquiera los ha visto. Es curioso que no se ve ni un bicho salvaje x esos montes, salvo los jerbos o ratas del desierto, especie de rata-ardilla de cola llamativa. 70 km +o-
Día 5: atravesamos un amplio desierto de piedras para aproximarnos al Saghro. Primeros camellos y nómadas. Puertaco precioso. Al norte queda el Atlas con sus cumbres nevadas en el horizonte. Seguimos rumbo sur y superamos el Tizi'n'Tazzazert (2318 msnm) y en lo alto almorzamos en una Gite d'Etape berber. Largo descenso para pasar junto a las Torres de Alí, y subeybaja eterno hasta Nekob. Alojamiento en una kasbah de las 45 que hay en este pueblo, pero esta deluxe. Otros 90 y pico km.
Día 6: salida rumbo a Zagora. Auténtico rompepiernas, lleno de contrastes. Paisaje tipo Cabo de Gata, alternándose terrenos basálticos y graníticos con amplias ramblas de difícil ciclar x el cauce. Empiezan a verse los primeros oasis de palmeras que anuncian las puertas del Sáhara. Comemos pinchos en un pueblo de nombre imposible, en un garito en el que las normas de higiene occidentales brillan por su ausencia, pero revueltos con hambre saben a gloria. Nuestras primeras dunas, de las que acabamos por hartarnos. Al final 100 y pocos km y tercer cous-cous. El presidente electo visita la ciudad y una manifestación nos impide visitar la ciudad con normalidad. Ahora al menos se pueden manifestar, hasta hace bien poco el ejército los hubiera corrido a ostias sin reparos. Se atisba cierta mejoría social, pero insuficiente.
Día 7: 93 km de asfalto hasta Mhammid, previo paso por la afamada pero poco sorprendente duna de Tinfou. Salvo un par de tachuelas, todo llano. N-ésimo té, y ya en 4x4 nos metemos en las dunas del Sáhara. Al cabo de 30 km el terreno cambia y ciclamos por un enjambre de pistas durante unos 20 km. Dromedarios, algún ciclista francés loco en solitario, dunas, dunas, dunas y dunas. Montamos haima en dunas de Chejaga. Atardecer en lo alto de una duna enorme. Flipante. Mas dromedarios, cuervos, secretarios y gruñidos de chacales. Barbacoa berbere con vino de Meknes. Se ven todas las estrellas del firmamento.
Día 8: amanece nublado y ventoso. Desmontamos todo y en 4x4 nos zampamos 150km x pistas del desierto. Nómadas, helicópteros del ejercito marroquí vigilando la frontera con Argelia y las escaramuzas del polisario. Menuda paliza hasta salir a la carretera en Foum Zguid. Hemos cruzado todo el lago Iriki, sin gota de agua x supuesto, pero inundable en época de lluvias torrenciales. Con mas pena que gloria, llegamos a Marrakech casi de noche, habiendo pasado un miedo del copón al circular en coche por las carreteras de Marruecos: conducen de puta pena, las normas no existen, se adelanta en línea continua sin visibilidad, y demás barbaridades a las que los europeitos no estamos acostumbrados. Spa y masaje en el jotel y cuarto cous-cous en la plaza de Djemaa el Fna, abarrotada de gente. Té, dulces y al sobre.
Día 9: desmonta bicis, últimas comparas en el zoco, y Ryanair de vuelta. Conclusión: flipazo de montañas radicales, mesetas desérticas interminables, ramblas enormes, dunas brutales y contrastes x todas partes. Aunque siguen en el medievo, Marruecos es un gran pais con muy buena gente, aunque digan que trabajan tanto como sus mujeres. Fue mi cuarta y no última visita al pais. Recomendable 100%
Hicimos el viaje con una agencia española. Organización excelente, sobresaliente. Si alguien desea + info, lo que haga falta
Saludos
PEDALS del 15 TEAM