Ayer estrené nueva bici doble, haciendo una primera salida corta y tranquila para acostumbrarme a los cambios, que son muchos, y este es el resumen de mis impresiones, por si puede servir de algo.
En primer lugar, quiero aclarar que no trato de sumarme a la guerra de determinar la supuesta supremacía de un tamaño de rueda sobre los otros. Es más, sigo pensando que hay una mierda para cada tiesto, y que todo tiene cabida para cada uso, tamaño de humanoide y gustos.
Entrando en materia, he pasado de una bici de 26´´ muy cómoda, con gran estabilidad descensora y generoso recorrido de horquilla (Scott Genius 50), a otra más racing, manca, y de 29´´ (Cannondale Scalpel 4).
El motivo del cambio, que me ha dado la gana, y el de la elección, simplemente el destino.
Había seleccionado 4 bicis de 29´´ y 2 de 27,5´´ e iba a trincar la que se pusiera más a tiro, así de claro, o sea que más que elegir yo, ha sido la bici la que me ha pedido a mí. Por cierto, gracias a los compañeros que me trasladaron sus valiosas impresiones sobre cada opción.
Nada más montarme, camino del circuito de pruebas del Coto, no hay primera impresión, sino una suma de ellas, porque son muchas cosas las que cambian, y es difícil diseccionar cada sensación extrayéndola del conjunto.
Pero por encima de todo, la proporción (parece que voy montado en una bici "de mayores") por el mayor tamaño.
A continuación, la extrema sensibilidad de la horquilla Lefty.
Se nota de inmediato, yendo lento, rápido e incluso parado (mi cadera da fe tras una caída tonta estando parado apoyado en un mojón).
Esta horquilla responde rápidamente a cualquier movimiento, lo que posiblemente unido a la mayor longitud del manillar, hace que hasta cogerle el tranquillo haya que estar muy al loro.
Por otra parte, pensaba que en zonas rápidas y reviradas (como bajando la senda Pelúa) el tamaño de rueda podía penalizar al girar, pero la adaptación de la horquilla al trazado es espectacular.
Ahora entiendo lo que había leído sobre la inercia de las ruedas mayores que la 26´´. Cuando estás en marcha parece que va sola, y sin embargo tampoco he notado dificultad en los arranques.
En cuanto a las zonas de subida técnicas, al afrontar obstáculos noto que en lugar de "chocar" la rueda delantera para superarlos, simplemente se apoya en ellos (colina del Mármol).
De momento el único pero es en las subidas perras con mucho desnivel y terreno suelto, con tierra y grava, en las que controlo peor la rueda delantera; puede ser que por la geometría en comparación con la bici anterior, tal vez sea cuestión de acostumbrarme y echarme más encima del manillar sentado en la punta del sillín.
En bajadas rápidas y rotas hay que tirar de las riendas porque se desboca, se nota que se traga mucho más sin necesidad de mayor recorrido en la horquilla.
Pero en las bajadas controladas comprometidas con tierra suelta (final de la senda Cortafuegos), por un lado la rueda mayor facilita las cosas, pero por otra, la sensibilidad de la horquilla obliga a estar más pendiente pues al ser más reactiva hay que hilar más fino para evitar que se "cruce" el manillar.
Será cuestión de práctica y de reducir la carga en las manos.
También he notado que a pesar de llevar cubiertas más rodadoras, que agarran menos en el descenso de tramos muy sueltos y en curva (final de senda Marcela), consigues meter la bici por donde quieres, eso sí, con la premisa del párrafo anterior, de evitar cargar el peso en el manillar para que no se cruce la rueda delantera.
En cuanto a los platos Q Ring que tiempo atrás ya había probado, desde el primer instante agradezco tener la sensación de que mi pedalada se aprovecha más.
Antes cuando estaba ejerciendo fuerza de pronto se acababa el "recorrido" del plato, mientras que ahora noto como que no se corta tan bruscamente y se "prolonga" la pedalada. Es una sensación muy leve pero evidente, como que aprovechas más cada ciclo de pedaleo.
También había tenido tiempo atrás la experiencia de un fin de semana con doble plato y me encantó, igual que ayer.
Independientemente de los errores de principiante de querer mover plato cuando no se debe, muchas veces voy más a gusto con un plato mayor, y al cambiar a menor parece que es peor tener que mover las paticas más rápido, no sé si me entendéis.
Pues eso se compensa de alguna forma con el doble plato, ya que puedes hacer toda la salida en el grande, salvo los dos o tres cuestorros imposibles de subir si no cambias a plato menor.
Unicamente he echado de menos más plato en las bajadas largas y rápidas por pista, en las que me quedo "sin cadena".
Supongo que hay que elegir "tetas o sopas" e incluso aprender y acostumbrarse a sacar partido de la posición del cuerpo más "flechada" para compensar esa falta de tamaño en el plato grande.
Todo esto pueden parecer apreciaciones subjetivas, así que hoy haré "mi circuito" de 40 km. por el Coto, para comparar con el mejor tiempo conseguido con la bici anterior hace solo unos días, o sea, con el mismo estado de forma (2 h 05 m).
Me da la impresión de que puede mejorar en torno a 10 minutos en un recorrido variado, con unos 30 km. de pista en mejor o peor estado y el resto sendas y con solo 780 m. de desnivel.
Por cierto, quiero destacar el magnífico trato dispensado por Francisco, de BICISPORT K2 (Javalí) que es la tienda donde he comprado la bici.
Ya había oído hablar muy bien de él, pero no había tenido ocasión de comprobarlo.
Y qué os voy a contar de Kike (PROTEGEBIKE) a quienes ya le conozcáis. Me ha decorado y protegido la bici hasta las trancas. Exclusividad total. Voy a echar de menos los rayajos.
La bici "vieja":
Y la nueva:
Más cosas.
Pensaba que echaría de menos el twin lock (bloqueo de las suspensiones delantera y trasera en el manillar), pero en la primera salida no ha sido así.
He circulado con el amortiguador trasero abierto, sin necesidad de cerrarlo, y en cuanto a la horquilla delantera, solo al probar poniéndome de pie subiendo (cosa que no me habrá visto hacer nadie, subo mejor sentado) es cuando ha basculado el manillar.
En resumen, creo que tocaré poco los bloqueos.
Esta mañana noto las piernas distintas, aunque como digo, solo dí un paseo y será hoy cuando me apriete, pero me da la sensación de que trabajan más los gemelos.
Mañana confirmo.
Portabotellas: en la Scalpel por su geometría y al llevar el amortiguador dentro del triángulo del cuadro, hay menos espacio para bidón, así que no entra uno de 750 ml. sino de 500 ml. y además con portabotellas lateral (no vertical). Para mí que bebo bastante, eso es un inconveniente.
Ya le he adaptado el otro portabotellas en la tija del sillín, pero aún así llevo 250 ml. menos de agua.
Me veo transformándome de nuevo en mochilero...
En primer lugar, quiero aclarar que no trato de sumarme a la guerra de determinar la supuesta supremacía de un tamaño de rueda sobre los otros. Es más, sigo pensando que hay una mierda para cada tiesto, y que todo tiene cabida para cada uso, tamaño de humanoide y gustos.
Entrando en materia, he pasado de una bici de 26´´ muy cómoda, con gran estabilidad descensora y generoso recorrido de horquilla (Scott Genius 50), a otra más racing, manca, y de 29´´ (Cannondale Scalpel 4).
El motivo del cambio, que me ha dado la gana, y el de la elección, simplemente el destino.
Había seleccionado 4 bicis de 29´´ y 2 de 27,5´´ e iba a trincar la que se pusiera más a tiro, así de claro, o sea que más que elegir yo, ha sido la bici la que me ha pedido a mí. Por cierto, gracias a los compañeros que me trasladaron sus valiosas impresiones sobre cada opción.
Nada más montarme, camino del circuito de pruebas del Coto, no hay primera impresión, sino una suma de ellas, porque son muchas cosas las que cambian, y es difícil diseccionar cada sensación extrayéndola del conjunto.
Pero por encima de todo, la proporción (parece que voy montado en una bici "de mayores") por el mayor tamaño.
A continuación, la extrema sensibilidad de la horquilla Lefty.
Se nota de inmediato, yendo lento, rápido e incluso parado (mi cadera da fe tras una caída tonta estando parado apoyado en un mojón).
Esta horquilla responde rápidamente a cualquier movimiento, lo que posiblemente unido a la mayor longitud del manillar, hace que hasta cogerle el tranquillo haya que estar muy al loro.
Por otra parte, pensaba que en zonas rápidas y reviradas (como bajando la senda Pelúa) el tamaño de rueda podía penalizar al girar, pero la adaptación de la horquilla al trazado es espectacular.
Ahora entiendo lo que había leído sobre la inercia de las ruedas mayores que la 26´´. Cuando estás en marcha parece que va sola, y sin embargo tampoco he notado dificultad en los arranques.
En cuanto a las zonas de subida técnicas, al afrontar obstáculos noto que en lugar de "chocar" la rueda delantera para superarlos, simplemente se apoya en ellos (colina del Mármol).
De momento el único pero es en las subidas perras con mucho desnivel y terreno suelto, con tierra y grava, en las que controlo peor la rueda delantera; puede ser que por la geometría en comparación con la bici anterior, tal vez sea cuestión de acostumbrarme y echarme más encima del manillar sentado en la punta del sillín.
En bajadas rápidas y rotas hay que tirar de las riendas porque se desboca, se nota que se traga mucho más sin necesidad de mayor recorrido en la horquilla.
Pero en las bajadas controladas comprometidas con tierra suelta (final de la senda Cortafuegos), por un lado la rueda mayor facilita las cosas, pero por otra, la sensibilidad de la horquilla obliga a estar más pendiente pues al ser más reactiva hay que hilar más fino para evitar que se "cruce" el manillar.
Será cuestión de práctica y de reducir la carga en las manos.
También he notado que a pesar de llevar cubiertas más rodadoras, que agarran menos en el descenso de tramos muy sueltos y en curva (final de senda Marcela), consigues meter la bici por donde quieres, eso sí, con la premisa del párrafo anterior, de evitar cargar el peso en el manillar para que no se cruce la rueda delantera.
En cuanto a los platos Q Ring que tiempo atrás ya había probado, desde el primer instante agradezco tener la sensación de que mi pedalada se aprovecha más.
Antes cuando estaba ejerciendo fuerza de pronto se acababa el "recorrido" del plato, mientras que ahora noto como que no se corta tan bruscamente y se "prolonga" la pedalada. Es una sensación muy leve pero evidente, como que aprovechas más cada ciclo de pedaleo.
También había tenido tiempo atrás la experiencia de un fin de semana con doble plato y me encantó, igual que ayer.
Independientemente de los errores de principiante de querer mover plato cuando no se debe, muchas veces voy más a gusto con un plato mayor, y al cambiar a menor parece que es peor tener que mover las paticas más rápido, no sé si me entendéis.
Pues eso se compensa de alguna forma con el doble plato, ya que puedes hacer toda la salida en el grande, salvo los dos o tres cuestorros imposibles de subir si no cambias a plato menor.
Unicamente he echado de menos más plato en las bajadas largas y rápidas por pista, en las que me quedo "sin cadena".
Supongo que hay que elegir "tetas o sopas" e incluso aprender y acostumbrarse a sacar partido de la posición del cuerpo más "flechada" para compensar esa falta de tamaño en el plato grande.
Todo esto pueden parecer apreciaciones subjetivas, así que hoy haré "mi circuito" de 40 km. por el Coto, para comparar con el mejor tiempo conseguido con la bici anterior hace solo unos días, o sea, con el mismo estado de forma (2 h 05 m).
Me da la impresión de que puede mejorar en torno a 10 minutos en un recorrido variado, con unos 30 km. de pista en mejor o peor estado y el resto sendas y con solo 780 m. de desnivel.
Por cierto, quiero destacar el magnífico trato dispensado por Francisco, de BICISPORT K2 (Javalí) que es la tienda donde he comprado la bici.
Ya había oído hablar muy bien de él, pero no había tenido ocasión de comprobarlo.
Y qué os voy a contar de Kike (PROTEGEBIKE) a quienes ya le conozcáis. Me ha decorado y protegido la bici hasta las trancas. Exclusividad total. Voy a echar de menos los rayajos.
La bici "vieja":
Y la nueva:
Más cosas.
Pensaba que echaría de menos el twin lock (bloqueo de las suspensiones delantera y trasera en el manillar), pero en la primera salida no ha sido así.
He circulado con el amortiguador trasero abierto, sin necesidad de cerrarlo, y en cuanto a la horquilla delantera, solo al probar poniéndome de pie subiendo (cosa que no me habrá visto hacer nadie, subo mejor sentado) es cuando ha basculado el manillar.
En resumen, creo que tocaré poco los bloqueos.
Esta mañana noto las piernas distintas, aunque como digo, solo dí un paseo y será hoy cuando me apriete, pero me da la sensación de que trabajan más los gemelos.
Mañana confirmo.
Portabotellas: en la Scalpel por su geometría y al llevar el amortiguador dentro del triángulo del cuadro, hay menos espacio para bidón, así que no entra uno de 750 ml. sino de 500 ml. y además con portabotellas lateral (no vertical). Para mí que bebo bastante, eso es un inconveniente.
Ya le he adaptado el otro portabotellas en la tija del sillín, pero aún así llevo 250 ml. menos de agua.
Me veo transformándome de nuevo en mochilero...
Algunos sienten la lluvia. Otros simplemente se mojan.