Bueno, pues la salida me deja un buen sabor de boca, y eso que los problemas mecánicos se confabularon en mi contra, je, je......
Llevé la bici al taller para una puesta a punto y acabé maldiciendo mi decisión, porque nada más salir me di cuenta que iba casi sin freno trasero, (aunque después de la primera bajada prolongada se solucionó), un ruidito que no se de dónde apareció y me acompaño hasta el final, un motor que se me paró a media cuesta, (nada que no se arreglase con un apaga y enciende), una cubierta que se rajó con una arista de piedra, (gracias a todos por vuestra ayuda en la reparación, porque casi, casi acabo dando turnos para que pudiese ayudar toda la gente que se prestó a ello, je, je...), y la última no la saben muchos, pero es que después de cargar las bicis en la furgoneta, una arista en una rejilla se cargó uno de los neumáticos de la furgo...... y aunque sólo hubo que cambiar la rueda, (no es la primera vez que lo hago, je, je...), da gusto que quienes te han acompañado toda la mañana se queden junto a ti hasta que has vuelto a montarte con todo resuelto.
Resumiendo: Una reunión inicial en la que pude saludar a un montón de amigos con los que echaba de menos salir en bici, pude conocer a otro buen montón de futuros buenos amigos, pude ver a mi hijo como pez en el agua dentro del grupo, pude sudar en las rampas de la Tana, (aunque lleve motor, os aseguro que también se suda), pude descubrir una zona por la que nunca había estado, pude tomar el refrigerio final disfrutando de cerveza, tapa y cháchara, y volví a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja, (volvimos, porque Rubén estaba igual que yo). Las incidencias ni las anoto en el cuaderno de vitácora, je, je......
Un saludo a todos.