Es una pena no haber podido disfrutarla por completo .Ya al llegar al valle con todo el grupo comprendí que a ese ritmo o me afixiaba o la pata enseguida me empezaría a doler a lo bestia, así que me retiré valientemente. Matas me acompañó ya que tampoco iba muy fino. Así que cogimos nuestras burricas y subimos por el Garruchal hasta el Miravete. Después de un buen rato (hay que ver lo que llegamos a atajar) empezó a llegar la gente y ya con todos hice mi primera bajada por la senda del mono, casi todo el tiempo con la compañía de Rubén y Willman, que ya la habían hecho y me evitaron alguna compra de parcela.
En fin, algo es algo y por lo menos pude hacer una ruta "adaptada" y terminarla con el resto del grupo.
En fin, algo es algo y por lo menos pude hacer una ruta "adaptada" y terminarla con el resto del grupo.