Bueno, pues después de poner a todos los monstruos de la noche a trabajar para acojonarnos, al final salió la marcha. Con rayos y truenos nada más arrancar de Ricote, lluvia y, sobre todo, el mayor barrizal que he pisado en mi vida, la I Ruta de la Luna Llena llegó a buen puerto. Eso sí, con los brazos calenticos despues de arrastrar por el lodo unas bicis con las ruedas totalmente bloqueadas. La sorpresa fue que unos kms. despues apenas había llovido, salió una luna bestial que dejó pequeño hasta el foco que llevaba Aluking (gracias, Siscar), y pudimos llegar al la cumbre del Almeces sin problemas mayores. La bajada, un auténtico lujo, con esa luz fantasmal que parecía el escenario de una peli, con todos los pueblos de Murcia, el valle del Guadalentín y el de Ricote iluminados por debajo de nosotros. Una mención especial a Javier (Xavino) y Diego (Dimesga), que en su primera cita con la cabra curtieron su pellejo con dos pares de huevos. Y a mi jefe de filas, Aluking, por estar para todas, y no monopolizar los cariñicos que nos dispensaron las vampiresas.
Socio 53. Cientosesentaycinquero e Irongoatero