Anoche, en la soledad del rodillo, viendo la injusta expulsión :mrgreen: del espárrago del Tottenham, comenzaron a visitarme imágenes del pasado sábado, que bien podrían resumir mi álbum de fotos de ese día.
Una de ellas es la de Dani con el núcleo del cassette cascado a partir de la rambla de Benito, que giraba loco y no enganchaba, impidiéndole la tracción.
Allí aprendí lo que es una reparación de emergencia para este tipo de avería (Moisés, lee atentamente, si lo llegamos a saber en los Cuadros no hubieras tenido que ir caminando hacia el coche):
El bueno de Dani cogió un pedrolo y le atizó varios golpecitos a los piñones, probando a ver si había enganchado, y así hasta que lo consiguió.
Las siguientes imágenes son las de todas y cada una de las veces que tuvo que repetir la operación a lo largo de la ruta, porque una vez enganchado el caseete, si no mantenía la tensión y aflojaba la pedalada, la piececica se volvía a soltar.
Luego vino lo del cruce en la senda de la madera, cuando siguió a quien no debía y tuvo que desandar el camino, jajaja, eso sí, manteniendo la tensión en el casette.
Luego está la imagen de Willy arreglando la cadena (parecía la moviola, una y otra vez) con la inestimable ayuda, entre otros, de Fonty, que le animaba cariñosamente con emotivas palabras que tengo grabadas dentro del ceLEbro.
Lo de Jose "Lapierros" es de otra división. Con los pellejos frescos de su operación con injerto incluído, verlo llegar en coche con su muleta en lugar de GPS a la falsa cima del Portazgo se merecía un ratico de conversación.
En un par de meses estará pedaleando de nuevo y podréis conocer un estupendo compañero y gran deportista.
Qué decir de mi encuentro con José Pintor, fue toda una sorpresa y grata alegría reencontrar a este monstruo al que tanto se echa de menos en el foro y sobre todo, las salidas que organizaba con sus compinches Ceutienses.
Nos cruzamos casi al final de la senda que llega al asfalto para coronar los Almeces, él iba en su furgo y paró a charlar y dar novedades sobre los que iban por delante.
Casi para terminar, ver de nuevo a Luisito Chorques en un fregao ciclista, rodeado de licra sudada, aliviando nuestra sed y como colofón, compartir con él mesa y mantel, viéndolo de nuevo integrado en el grupo, ya fue pa cagalse.
Y para el final, mesesartan las lágrimas cuando recuerdo el final del partido del Sporting y la mitad de los presentes estallaron en un espontáneo y hermoso cántico de hermanamiento que comenzaba por "Tot el camp, es un clam, som la gent blau grana"...
Lástima que los que se ausentaron antes no pudieran compartir este momento tan emocionante :finger:
Algunos sienten la lluvia. Otros simplemente se mojan.