Pues una vez terminada esta nueva paliza, os voy a dejar algunas reflexiones:
A mi juicio, la dureza de esta ruta reside principalmente en los enormes desniveles de algunas de las subidas que yo he afrontado por segunda vez, y que incluso en algunos casos son remarcados por estos torturadores de la organización con carteles (20%, 25%, etc). Esta, es una de las rutas de este tipo, con más kilómetros seguidos de bajada y llaneo, al menos de las que yo he realizado. Algo que explica que para sobrepasar los 2700 metros de desnivel positivo acumulado, en algo más de 91 kilómetros, debamos afrontar semejantes rampas.
Por otro lado también hay que destacar que a los elevados porcentajes de desnivel, se une un firme pestosísimo. En todo momento el firme está muy roto, y suelto, algo que dificulta sobremanera coger un ritmo y como podéis imaginar subir los rampones, de ponerte de pié en la bicicleta ni hablar.
Este año, acertadamente, han incluido una preciosa subida a la que llaman Bella-Dona. Una senda zigzagueante, dura por tramos, pero que premia con algunas de las mejores vistas de la jornada, y con un descenso que hace las delicias de los más atrevidos. Yo he hecho lo que he podido.
A la organización no se le puede dar más que un 10. Una cantidad enorme de avituallamientos bien surtidos, una señalización hasta excesiva, con gente en cruces y puntos más conflictivos.
Y en cuanto a la comitiva forera- cabrera, que decir:
Una pena que Diegorro haya tenido que retirarse por avería mecánica. Lo ha afrontado con sentido del humor y resignación. De haber seguido habría hecho un estupendo papel como en él es costumbre.
De Maikel decir que los tiene cuadrados, ha sufrido lo que no está escrito desde bien pronto, pero con un par de huevos ha terminado, cuando lo más fácil, con esas sensaciones habría sido escoger la opción light o directamente mandar la bici a tomar viento.
Carlos y Javi han hecho una ruta de 10. Bajando de las 6 horas y llegando a meta más frescos que una lechuga. Están en un punto de forma buenísimo, y además hoy han sabido guardar perricas para afrontar los rampones sin mayor contratiempo. Enhorabuena por el carrerón a ambos.
Y en cuanto a mi, decir que desde el viernes le he dado mil vueltas al coco. La hago, no la hago, hago la corta, hago un Relojero y a tomar por saco...Y es que en cuatro fines de semana he afrontado IronGoat, Gigante de Piedra y Salvaje, algo que mas que físicamente me ha desgastado de coco.
Pues bueno, el caso es que una vez me decido a hacerla y me planto en la salida, e incluso antes, me inunda la pereza de nuevo, que pocas ganas de padecer.
Pues esta ha sido la tónica de la mañana, no diré que he ido de paseo,ni mucho menos, pero si desganado (lo que me ha costado elegir la opción larga en el momento de poder escoger la Light en el cruce destinado a ello). No volveré a juntar tantas historias de este tipo sin mediar un descanso para el alma de por medio. Incluso en alguna ocasión he visto a Javi y a Antonio muy cerca, pero he sido incapaz de hacer el esfuerzo de ponerme a su altura e intentar compartir camino, bueno, eso y que cuando estaba tras Javi, nos hemos saludado, y el tío ha empezado a bajar como una bala (que envidia). En fin, que aunque desganado, una vez en faena la he disfrutado y he acabado contento en 6 horas, minuto arriba, minuto abajo.
A mi juicio, la dureza de esta ruta reside principalmente en los enormes desniveles de algunas de las subidas que yo he afrontado por segunda vez, y que incluso en algunos casos son remarcados por estos torturadores de la organización con carteles (20%, 25%, etc). Esta, es una de las rutas de este tipo, con más kilómetros seguidos de bajada y llaneo, al menos de las que yo he realizado. Algo que explica que para sobrepasar los 2700 metros de desnivel positivo acumulado, en algo más de 91 kilómetros, debamos afrontar semejantes rampas.
Por otro lado también hay que destacar que a los elevados porcentajes de desnivel, se une un firme pestosísimo. En todo momento el firme está muy roto, y suelto, algo que dificulta sobremanera coger un ritmo y como podéis imaginar subir los rampones, de ponerte de pié en la bicicleta ni hablar.
Este año, acertadamente, han incluido una preciosa subida a la que llaman Bella-Dona. Una senda zigzagueante, dura por tramos, pero que premia con algunas de las mejores vistas de la jornada, y con un descenso que hace las delicias de los más atrevidos. Yo he hecho lo que he podido.
A la organización no se le puede dar más que un 10. Una cantidad enorme de avituallamientos bien surtidos, una señalización hasta excesiva, con gente en cruces y puntos más conflictivos.
Y en cuanto a la comitiva forera- cabrera, que decir:
Una pena que Diegorro haya tenido que retirarse por avería mecánica. Lo ha afrontado con sentido del humor y resignación. De haber seguido habría hecho un estupendo papel como en él es costumbre.
De Maikel decir que los tiene cuadrados, ha sufrido lo que no está escrito desde bien pronto, pero con un par de huevos ha terminado, cuando lo más fácil, con esas sensaciones habría sido escoger la opción light o directamente mandar la bici a tomar viento.
Carlos y Javi han hecho una ruta de 10. Bajando de las 6 horas y llegando a meta más frescos que una lechuga. Están en un punto de forma buenísimo, y además hoy han sabido guardar perricas para afrontar los rampones sin mayor contratiempo. Enhorabuena por el carrerón a ambos.
Y en cuanto a mi, decir que desde el viernes le he dado mil vueltas al coco. La hago, no la hago, hago la corta, hago un Relojero y a tomar por saco...Y es que en cuatro fines de semana he afrontado IronGoat, Gigante de Piedra y Salvaje, algo que mas que físicamente me ha desgastado de coco.
Pues bueno, el caso es que una vez me decido a hacerla y me planto en la salida, e incluso antes, me inunda la pereza de nuevo, que pocas ganas de padecer.
Pues esta ha sido la tónica de la mañana, no diré que he ido de paseo,ni mucho menos, pero si desganado (lo que me ha costado elegir la opción larga en el momento de poder escoger la Light en el cruce destinado a ello). No volveré a juntar tantas historias de este tipo sin mediar un descanso para el alma de por medio. Incluso en alguna ocasión he visto a Javi y a Antonio muy cerca, pero he sido incapaz de hacer el esfuerzo de ponerme a su altura e intentar compartir camino, bueno, eso y que cuando estaba tras Javi, nos hemos saludado, y el tío ha empezado a bajar como una bala (que envidia). En fin, que aunque desganado, una vez en faena la he disfrutado y he acabado contento en 6 horas, minuto arriba, minuto abajo.