Somos muy grandes, y me ha gustado mucho ver el "pedazo" de rebaño de cabras murcianas, que había en Ronda, la verdad, que es una locura ver como está organizado el evento, un 10 para el pueblo de Ronda, un 10 para la Legión, que nos han cuidado de cine, un 10 para nosotros, un 7 para el cabrito que puso la senda "maldita" antes del cachondeo - ríete tú del cortafuegos de la Almudayna- un 5 para la cena de la Pasta y la comida en el cuartel - aunque en el cuartel no me hubiera entrado nada más- y un 12 para el Ñapas, que me espero en cada bajada y cada subida....
jajajajaj, en las bajadas menos.....
En el campo de fútbol, tenía el miedo en el estómago, y como dice mi amigo Pepe, tenemos por delante veinte relojeros, luego conforme empecé a darle a los pedales, ya sólo me dolía el culo, pero sentir los aplausos del público de Ronda y la gente, te hace subir en una nube, luego, empiezas a tocar tierra y sigues sintiendo el calor de la gente y empiezas a subir la primera cuesta, menuda cuesta, no quiero ver el porcentaje, pero eso era lo de menos, 40 grados a la sombra y el miedo de tan sólo llevar 20 km y saber que quedaban 81, te hacía sudar de lo bueno, luego bajadas, subidas, y avituallamientos, muchos legionarios, mucha gente corriendo, andando, tirada en la cuneta, encima de una mata.. la entrada en los pueblos, te ponía los pelos de punta y al llegar a Sentenil, una cervecita muy fría y pincho de tortilla, Angelito, volaba, el Ñapas aguantando como un campeón y yo reservando para el cachondeo, nuestro objetivo era llegar y llegar antes que apagaran la luz, la subida de la Ermita, se me atragantó a la mitad, en ella tuve tiempo de conocer a buena gente, charlar y cagarme en el que había diseñado el recorrido y al final desesperado estaba el Ñapas, muñeco diabólico 3, que había subido la cuesta de un tiró...
Después una bajada por un zig-zag alucinante y otro pueblo y más gente y más subida de adrenalina, seguían cayendo los km y llegamos al cuartel no sin antes tener un par de sustos en unas curvas cerradas en pleno vuelo y ver a nuestro amigo Salva, arreglando la rueda sin 7 radios y el Cura de apoyo.... ya estábamos a punto de llegar al Cuartel, comida, relax y algunas risas, presagiaban el calvario de los últimos 20 km, "NASIOS PARA SUFRIR...", la ostia, que cuestas, una senda interminable, haciendo empujin y sin mirar atrás, la gente rota, calambrada, y lo que es peor, la veías sin fuerzas ni para respirar, algunos tiraban la bici, otros la utilizaban de sustento, aquello parecía una fila de zombis... por fin coronamos y empezó la segunda bajada por una pista muy suelta, aquí pasamos volando a Antonino Párraga y llegamos tras una cuesta simpática a la famosa cuesta del cachondeo, Ñapas marco el ritmo y la subimos de un tirón, la verdad que ver Ronda tan cerca, te daba alas, como un retbull, pero al llegar a Ronda y ver sus calles repletas de gente animando, no se puede expresar con palabras la emoción y los sentimientos que inundan a uno cuando se va acercando a la explanada y entra por debajo del primer arco, los tres juntos, vamos no nos querían dejar entrar a la vez, jajajaj, no sabía el legionario como somos las cabricas murcianas....
Alucinante, y eso un placer ser de la cabra y poder contarlo....
El año que viene otra vez... Pero con menos miedo... jajajaj