Día dos y primero laboral, optamos por salir temprano y recogernos con el día por delante. Nada mas salir me estampo contra el suelo por llevar engranado una corona corta, al entrar en la senda del ascensor casi me quito los piños en un pino por una mala trazada. Maite por fin ha superado satisfactoriamente la roca del final de cuesta de la senda de Ñapas. Nos acompañaron en esta ocasión Miguel y Paco.