Aqui teneis el track, por si os animáis. La primera etapa Astorga-Ponferrada la hicimos en coche, por lo que no cuenta. Hicimos la ruta al 99% por el camino original, exceptuando algunos tramos entre O Cebreiro y el Alto do Poio en los que salirse de la carretera no merece la pena pues sólo te conduce a unos caseríos que te obligan a retomar la carretera de nuevo con unos rampones que te obligan a arrastrar la bici y no merece la pena.
Llegamos a Sarria por la variante de Samos, con menos pendiente aunque sea ligeramente más larga. Aunque las guias digan que es menos "natural", es una ruta igualmente bonita, pese a que vaya paralela a la N-VI el entorno es precioso.
Unas fotos:
Astorga, Palacio Episcopal, obra de Gaudí
Primera flecha del Camino, frente a la Catedral de Astorga, con la camiseta diseñada por nuestro gran amigo Ñapas
Cruz de Ferro
Nosotros también dejamos nuestra piedrecica, en mi caso una ferrita de la Bahía de Portmán
Albergue templario de Manjarín, camino de Molinaseca
Castillo Templario de Ponferrada, digno de visita aunque reconstruido, a mi gusto, en exceso.
Vista del rio Sil, desde la torre del Homenaje del Castillo de los Templarios de Ponferrada
Primer tirón de 18 km hasta Cacabelos, su albergue municipal está situado en el Santuario de la Quinta Angustia, a la salida del pueblo.
Cacabelos, puente sobre el rio Cua. No es broma, ni falta una i. Un rincón espectacular.
Segunda etapa, primera "completa" de bici, entre Cacabelos y un lugar incierto, que sería Triacastela. Ha llovido copiosamente durante la noche, pero amanece despejado.
Nada mas empezar, unos repechos entre vides para entrar en calor bien temprano.
Entrada al famoso albergue de la familia Jato, Ave Fénix en Villafranca del Bierzo, muy cambiada desde que hiciera noche aquí hace nueve años.
Iglesia de Santiago, en Villafranca del Bierzo (León). Por su puerta lateral, que da al camino, el peregrino enfermo que no puede continuar obtiene la indulgencia plenaria en este único punto del camino. Nosotros, por suerte, podemos continuar. Esta puerta sólo abre en años Jacobeos, cerrada desde 2011, no volverá a abrirse hasta 2020.
Aparece un nuevo compañero de viaje que nos acompañará un buen puñado de km: el río Valcarce
Vega de Valcarce, último municipio leonés del Camino
Un alto en el Camino
Ambasmestas, el nombre de esta pedanía evoca un pasado relacionado con la trashumancia
Las nubes nos envuelven en el ascenso a O Cebreiro. La temperatura baja considerablemente.
Interior de la Iglesia de Santa María A Real de O Cebreiro, este sitio ya era un templo cristiano en el siglo IX
Modesto monumento en homenaje a Elías Valiña, párroco de O Cebreiro que fue el verdadero impulsor del moderno éxito del Camino, pues comenzó por su cuenta el marcaje del camino desde los Pirineos con la ya famosa flecha amarilla. Detenido por la Guardia Civil, bote de pintura amarilla en mano, por admitir que preparaba "una invasión desde Francia", como así es cada año
Alto de San Roque, que nos recibe con esta soberbia escultura del escultor sordomudo Acuña López, que representa a un peregrino luchando contra el viento.
Alto do Poio, punto más alto de todo el Camino Francés, y por supuesto del nuestro.
Después de reponer calorías con un buen caldo gallego en O Cebreiro, conforme descendemos la tarde se torna soleada y hasta calurosa. Al fondo, en el fondo del valle, Triacastela.
La lluvia caída durante la noche anterior convierte las corredeiras más pronunciadas y en sombra en un peligroso barrizal, que impide que nos podamos dejar caer. Pero no tenemos ninguna prisa ni queremos arriesgar lo más mínimo.
Mi zagal dice que aquí las vacas son "gigantes", pero lo que pasa es que nunca las ha visto tan de cerca!
Los caminos son propicios para imaginar a asaltantes y embaucadores que acechaban al peregrino. Detrás de cualquier recodo hay un buen punto para esperar o conversar con el el resto de peregrinos, los verdaderos protagonistas del Camino
En el albergue de Triacastela, haciendo la colada.
Monumento al peregrino, en Triacastela.
Inicio del tercer dia, Triacastela - Ventas de Narón. Otros 60 km pero mucho más favorables tanto en el clima como en el perfil.
Descenso por el valle cruzando pequeños enclaves rurales. El cementerio y la iglesia es un paso imprescindible de todos ellos.
Rio Sarria, que da nombre a la población. Si los patos del Segura conocieran esto les daba algo.
Cruzando el Sarria
Al final de la escalinata de la calle Mayor de Sarria hay un bar, y su nombre no podia ser otro, claro
Cruceiro frente al cementerio de Sarria, que nos despide con un cuestarrón que nos saca de punto.
Las corredeiras son caminos con gran pendiente que unen los caseríos y pueblos por el camino mas recto, y cuando cruzan un arrollo tienen un paso elevado para salvarlo cuando viene más crecido. Un espectáculo.
Los caminos son de ida y vuelta
Un saludo!